miércoles, 28 de junio de 2023

Nicholas Ray: el eslabón perdido

El tiempo y los «hombres-película» decidirán la importancia de su obra inconclusa, irregular, despareja, desequilibrada, fragmentaria, mutilada, imperfecta, pero también hiriente, candente, lacerante y sentida. De lo que ya no puede caber duda es del lugar central que ocupa en la historia del cine. Si se quiere entender la evolución del llamado séptimo arte más allá de la mera cronología y de los sofismas sociológicos, como relevo de miradas complementarias y sucesión de formas, que, a largo plazo, trazan lo que Godard llamaría «la línea discontinua de la continuidad», hay que estudiar a fondo las encrucijadas, los puntos de inflexión en que se rompe con el presente y se reenlaza con el pasado para dar un nuevo salto adelante. Después de la segunda guerra mundial, las «cabezas buscadoras del cine» —en expresión de Rivette— fueron fundamentalmente dos: Roberto Rossellini, en Europa, y Nicholas Ray, en América. Rossellini infundió nueva vitalidad a la quebrada tradición realista europea (casi siempre francesa: de Lumière a Renoir, pasando por Pagnol). La mediación de Ray fue, si cabe, más decisiva y menos consciente: procedente del teatro, la radio y la arquitectura, conocedor del jazz, la música popular, la geografía y las gentes de su vasta tierra, fue el único de su generación que supo tender un puente entre la estilización germánica del clasicismo narrativo alumbrado en el mudo y el cine del futuro, mayoritariamente europeo, influido por la libertad del primer Rossellini y deliberadamente empeñado en asimilar las enseñanzas (olvidadas o pervertidas) de todos los cineastas que le precedieron. Es decir, que Ray partió de Fritz Lang, que se consideraba a sí mismo «el último dinosaurio» (They Live by Night no disimula su deuda para con You Only Live Once, y no es difícil detectar en Johnny Guitar, Run for Cover o The True Story of Jesse James las huellas respectivas de Rancho Notorious, Fury o The Return of Frank James), para señalarle el camino a Jean-Luc Godard, que hoy se me antoja «el último piel roja» (À bout de souffle, Bande à part, Pierrot le fou, Masculin Féminin). ¿Quiere esto decir que la cadena se ha roto?, ¿que esta historia ha terminado? Es de temer que así sea, si alguien no le pone remedio de inmediato; si Wenders, Scorsese o Pialat no maduran y se definen, radicalizándose, si dejan que muera la generación quemada antes de aprender de sus películas un lenguaje y unos conocimientos que tanto costó adquirir y preservar. Pasó el tiempo del i can’t get started, pues ya no queda más que el ghost of a chance de que dentro de unos años podamos decir the song remains the same: el cine se está jugando su propia supervivencia.

BIOFILMOGRAFÍA

RAYMOND Nicholas Kienzle nace el 7 de agosto de 1911, en La Crosse, Wisconsin. Hijo único, aspira a ser director de orquesta o teatro; mientras estudia, escribe, dirige radio y obtiene beca para la Universidad que prefiera del mundo: en 1927 ingresa en la de Chicago. Seleccionado con treinta y cuatro jóvenes para un seminario del arquitecto Frank Lloyd Wright (1929). En 1930 se casa, y al año nace un hijo, Anthony (Bob Younger en The True Story of Jesse James). Vuelve a Nueva York, con Houseman, que dirige el grupo teatral The Phoenix, y en 1942 le hace jefe de emisiones de la Office of War Information; adopta el nombre de Nicholas Ray. En 1943, con el OSS: emisiones para países ocupados; escritor y director radiofónico en CBS; teatro en Broadway. En 1944, ayudante de dirección del primer film de Kazan (A Tree Grows in Brooklyn), en Hollywood. Al llamar Dore Schary a Houseman, Ray le acompaña a Hollywood. Houseman produce en RKO el primer film de Ray, The Live By Night (1947), estrenado en Inglaterra —como The Twisted Road—, en 1948, y en 1949, en Estados Unidos, adaptación propia de Thieves Like Us, de Edward Anderson. En 1948 se casa con Gloria Grahame y nace Timothy Nicholas (que sale en Lightning Over Water). Dirige A Woman’s Secret y —prestado a la productora de Bogart— Knock on Any Door (Llamad a cualquier puerta), que se distribuye en 1949. Con adaptación suya y para Houseman, otra vez, realiza On Dangerous Ground —Ida Lupino rodó algún plano al enfermar Ray—, que no se estrena hasta 1951, y también en 1949-50, de nuevo cedido a Santana/Columbia, su versión de In A Lonely Place, de Dorothy B. Hughes. Se separa en secreto de Grahame, aunque hasta 1952 no se divorcia; hace Born to Be Bad (1950) en Inglaterra Bed of Roses. En 1951, por primera vez en color, Flying Leathernecks (Infierno en las nubes), y rechaza el cargo de jefe de producción de RKO que le ofrece Howard Hughes; accede a completar Jet Pilot y Macao (Sternberg), The Racket (Cromwell) y Androcles and the Lion (Chester Erskine). Robert Parrish rueda una escena de The Lusty Men (1952), mientras Ray sana de quemaduras sufridas al salvar de un incendio a los cachorros de Bogart. Da por terminado su contrato con RKO; al parecer, estuvo en la «lista gris» de los seguidores de McCarthy. Una fuente le atribuye High Green Wall (?) en 1953, año en el que emprende Johnny Guitar (1954), como productor asociado, coguionista no acreditado y director. En 1954 emplea el procedimiento vistavision en Run for Cover (Busca tu refugio), que se estrena al año siguiente, y conoce a James Dean, protagonista de Rebel Without a Cause (Rebelde sin causa, 1955), primer Ray en Cinemascope, con argumento del cineasta (que interviene como figurante). Quiere producir con Dean Heroic Love, pero la muerte del actor, el 30 de septiembre, desbarata sus proyectos y le afecta profundamente. En 1955-56 rueda Tambourine, que se estrena como Hot Blood (Sangre caliente); en desacuerdo con la producción abandonó el montaje. En 1956 se edita en Francia su novelización de RebelLa Fureur de vivre, y empieza el libro Rebel: Life Story of a Film, que nunca terminó. En París conoce a sus admiradores de Cahiers du Cinéma, futuros cineastas de la Nouvelle Vague. No consigue fundar, con Rex Cole, una compañía para hacer un guión de Eric Ambler; producida e interpretada por James Mason, realiza Bigger Than Life, con guión el crítico inglés Gavin Lambert, Clifford Odets y Ray (los tres sin acreditar). En 1956-57, The True Story of Jesse James (G. B.: The James BrothersLa verdadera historia de Jesse James), remontada por el productor con planos del ayudante Joseph E. Richards. En 1957 empieza a pasar temporadas en Europa; rueda en Francia y en el desierto libio Bitter Victory/Amère victoire, en scope blanco y negro, con Lambert y René Hardy de coguionistas y diálogos de Paul Gallico y Raymond Queneau. Filma en los pantanos de Florida, en color y panorámica, un guión de Budd Schulberg —que dirige algún plano—, Wind Across the Everglades, y luego, todavía en 1958, Party Girl (Chicago, año 30), en la que sale la bailarina Berry Utey, con la que se casa y tendrá dos hijos. Tras numerosos proyectos frustrados, rueda en Canadá, Inglaterra e Italia The Savage Innocents/Ombre bianche/Les dents du diable (Los dientes del diablo, 1959-60), con segunda unidad de Baccio Bandini y guión propio. El proyecto The Man of Nazareth se convierte en King of Kings (Rey de reyes, 1960-61) al hacerle venir a España Samuel Bronston; guión de Ray y Philip Yordan, segundad unidad de Noel Howard y Summer Williams; MGM rehace y mutila el montaje inicial. Más proyectos irrealizados: Circus World (El fabuloso mundo del circo), escrito con Yordan para Bronston en 1962, pasa a Capra, pero es Hathaway quien la dirige, en 1964. Segunda superproducción en 70 mm. con Bronston, 55 Days at Peking (55 días en Pekín), 1962-63), en la que interpreta un personaje; tras misteriosa enfermedad abandona el film, que acaban Howard Andrew Marton y Guy Green. Pone el restaurante Nicaa’s, en Madrid (hasta 1968), rompe definitivamente con Bronston y tiene múltiples ideas y guiones que no ven la luz (sólo en 1967 está a punto de iniciar, en Yugoslavia, The Doctor and the Devils, guión escrito en 1953 por Dylan Thomas). Viaja por toda Europa: Polonia (monta la versión internacional de Popioly, 1965, de Wajda), Alemania, Francia, Checoslovaquia…, y rueda, cuando puede, en 8, súper 8, 16, súper 16, 35 mm. y video, experimentos de pantalla dividida. En 1968 vuelve a Chicago para filmar la Convención Demócrata y el proceso contra los Siete de Chicago, pero no acaba la película; algún material usado en American Revisited (1972), de Marcel Ophuls, y en We Can’t Go Home Again, film que rueda entre 1971 y 1973 y que no llegó a montar definitivamente (aunque se proyectó en Cannes en 1974). En 1979, tras una embolia, pierde un ojo. Desde 1971 da clases prácticas de cine en Harpur College y otros centros universitarios; entre sus alumnos están Susan Schwartz, que se convierte en su cuarta esposa. En 1974 aparece en el documental-entrevista de David Helpern Jr. I’m a Stranger Here Myself, y dirige y protagoniza, en Europa, el episodio The Janitor/Der Hausmeister, en Wet Dreams (Sueños húmedos). Escribe un guión con el crítico inglés V. F. Perkins (1976); a punto de hacer City Blues (1976-77), no consigue financiación. En 1977 rueda un corto en 16 mm. Actor en Der amerikanische Freund (El amigo americano, 1976-77), de Wenders, y Hair (1978-79), de Forman. Se agrava su cáncer, y es intervenido varias veces (cerebro, pulmón). En marzo de 1979 pide a Wenders que le ayude a dirigir lo que ahora es Lightning Over Water/Nick’s Movie/Nick’s Film (Relámpago sobre agua, 1980), pero muere antes de terminar, entre el 16 y el 18 de junio de 1979 (las fuentes no se ponen de acuerdo acerca de cuál de esos tres días falleció).

En “Casablanca” nº 5, mayo-1981

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