Hasta el corazón es el sexto film del franco-canadiense Lefebvre, nacido en 1941 en Montreal (Québec), y el primero que no ha producido él mismo, sino la O.N.F. De ahí unos mayores medios económicos, el empleo de grúas, color, transparencias, etc. Tal vez por eso mismo, significa una cierta regresión con respecto al magnífico II ne faut pas mourir pour ça (1967) ya que la extremada sobriedad estilística de esta película ha sido reemplazada en Jusqu'au coeur por una estructuración más compleja y a veces caprichosa, al igual que resulta un poco simplista el uso de diversas texturas cromáticas para diferenciar entre sí los tres niveles de la historia que narra la película: hay fragmentos virados en rojo, azul o amarillo, otros en color normal, y otros en blanco y negro y rodados en 16 mm.
El tema es muy sencillo: un joven, Garou le Chien (Robert Charlebois), cuyo parecido con el Opale del Testamento del doctor Cordelier da pie a un divertido homenaje a Renoir, se niega a ir a la guerra. Para persuadirle, aparte del bombardeo publicitario habitual, es sometido a una operación. Por otra parte, Garou tiene relaciones con Mouffe (Claudine Monfette), dando lugar a varias de las mejores —y muy godardianas, como casi todo en la película— escenas, en especial aquellas en que la chica se pasea, embarazada, cantando a un micrófono diversas variaciones sobre la letra, "ne dites moi à quoi rêvent les enfants abortés". Toda la fuerza de la película, y a su vez su desequilibrio, surge del choque y los cambios de dirección narrativos que produce la alternancia constante de secuencias muy breves de las tres historias, que además no obedecen al mismo ordenamiento cronológico. De esta forma, Jusqu'au coeur podría entroncarse con algunas películas como Nocturno 29, de Portabella, o Nedjelja, de Zafranovic, que a través de la fragmentación transmiten una serie de datos dispersos, y a veces en clave simbólica o surrealista, sobre la sociedad de la que hablan, encomendando la función de dar un sentido a esos elementos aislados a una estructuración formal más o menos lograda que relaciona unos factores con otros hasta crear una continuidad de significado. Hay que decir que, de los films citados, el menos original, pese a su gran interés, es sin duda el de Lefebvre, ya que las influencias de Godard son excesivamente evidentes y la estructura funciona tan sólo "a posteriori".
En Nuestro Cine nº 92 (diciembre de 1969)
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